DISCIPULANDO
A LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES
¿Con qué limpiará el joven su camino?
Esta es la pregunta más inteligente que podría hacerse un joven o un
adolescente antes de llegar a adulto.
Obviamente la
repuesta a esa pregunta está en las Escrituras
Salmos
119
Con guardar tu palabra.
10 Con todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de
tus mandamientos
Eclesiastés
11
9Alégrate,
joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia;
y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.
10Quita,
pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son
vanidad.
Eclesiastés
12
1Acuérdate de tu Creador en los días
de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen
los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;
Salmos
25
7 De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes;
Conforme a tu misericordia
acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová.
Salmos
71
5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi
esperanza, Seguridad mía desde mi juventud.
Proverbios
20
29 La gloria de los jóvenes es su fuerza, Y
la hermosura de los ancianos es su vejez.
Tito
2
6Exhorta
asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;
Lo
que suele pasar por la mente de un adulto
Para un hijo de Dios adulto, (y aún
cuando haya crecido en la gracia del Señor), la juventud suele ser la época que
más presente está en su mente, la extraña, no por el hecho de volver a ser
joven, sino por las decisiones equivocadas que ha tomado a falta de
conocimiento; Todos quieren retroceder en el tiempo, todos quieren regresar a la
adolescencia o juventud para ajustar algunas decisiones.
Todo adulto estima con mucha certeza
que su situación actual es consecuencia de las decisiones tomadas en la
juventud.
La
adolescencia y la juventud
El discipulado en la Iglesia debe
aplicarse desde la niñez, llevando un seguimiento a lo largo del desarrollo del
niño, sobre todo en su adolescencia y en su juventud. ¿Porqué?, porque Satanás
no respeta la edad del cristiano, antes por el contrario esta como león
rugiente buscando a quien devorar (1 Pe 5:8).
Y sabemos que los más vulnerables son los adolescentes y jóvenes de la
congregación debido a su necedad, vanidad y terquedad.
Sabemos cuán difícil es para la
Iglesia retener a sus adolescentes y jóvenes en el camino del Señor. Se
requiere de mucha sabiduría y carácter para encaminar a los adolescentes y
jóvenes, no dejando de lado la comprensión y la asistencia en los diferentes
traumas y situaciones por las que atraviesen.
Debemos comprender que tanto la
adolescencia como la juventud son etapas duras que van acompañadas de la
frustrante realidad, y que estas cosas son las que forjan el carácter de las
personas; Es durante la adolescencia y la juventud que se forja el “yo” y eso
determinará el lugar que ocupará cada persona en el mundo.
La adolescencia (de adolescer:
“desarrollarse”) es la etapa dolorosa en la que un niño se despega de la niñez
para ser llevado a un nivel más responsable e independiente.
El tiempo inicial de la juventud es la
adolescencia, tiempo en el que el cuerpo desarrolla grandes cambios físicos y en
el que despiertan sensaciones o instintos desconocidos hasta entonces, que comienzan
a demandar la atención y a tomar el control del adolescente o joven. Y si el
adolescente no sabe tratar o dominar los impulsos carnales será arrastrado al
peligroso pantano del pecado del que no podrá escapar si no se le ayuda. Los
ministros deben poner mucha atención en los adolescentes y jóvenes de la
congregación discipulándolos desde esa edad, direccionándolos y guiándolos.
Proverbios 22
15 La necedad
está ligada en el corazón del muchacho;
Mas la vara de la
corrección la alejará de él.
Las Escrituras dicen una gran verdad acerca
de la adolescencia; Que la necedad es la primera compañera del joven que lo lleva
de la mano apresuradamente hacia el error. Podemos distinguirlo porque el cuerpo
crece más rápido que la mente y se producen ciertos desvaríos en el
comportamiento adolescente producto de
la socialización, escolarización e integración con pares influyentes en
cuestiones de modismos, malas conductas, inmoralidades, vicios, etc.
Por otro lado el mundo, o mejor dicho
el sistema mundano, saca provecho de la condición necia de toda persona, por lo
que desde temprana edad comienza a formarlo mediante duros tratamientos para
insertarlo velozmente en la funcionalidad del sistema; Para ello somete a toda
persona desde la niñez hasta la juventud durante 15 a 20 años (entre 20.000 a
30.000 hs) en una horrenda y fútil escolarización o preparación estudiantil,
para esclavizarlo, someterlo y así usarlo como recurso, exprimiéndolo al máximo
hasta que se haga viejo para luego desecharlo, no sin antes haberlo dejado
totalmente deshonrado y enfermo; Obviamente todo esto está encubierto con
entretenimiento y vida consumista, y no es algo que el hombre pueda percibir, y
esto es así porque le han impuesto desde la niñez el pensamiento que “así es la
vida” y para que no sientan el amargo veneno de esto, el sistema disfraza toda
esa amargura con diversión, idolatría, placeres sin sentido y también con
religión cristiana.
El concepto de ser adulto según el
mundo no es otra cosa que la imposición de un estilo de vida, basado en el
dinero, en el consumismo y en el humanismo, por eso el mundo requiere excesivo
estudio, trabajo e impuestos, haciendo estimar a cada hombre que debe hacerlo
para su pleno desarrollo y felicidad bajo la máscara de un comportamiento
social “humanitario”, por eso todos buscan “ser alguien”, tener una identidad
en este mundo basado en “responsabilidades” sin sentido.
Muy pocos adolescentes pueden percibir
por primera vez que algo o alguien está tomando el control sobre su “destino”,
la torpeza, la falta de experiencia no le deja apreciar que es o porque son impulsados
o llevados en ese ritmo del concepto llamado “futuro”.
Y aunque le duela, sin percibir el
dominio, seguirá creciendo estimando que es libre, pensando en que puede hacer
lo que quiera y no se dará cuenta que alguien o algo ya ha tomado el control de
su naturaleza y ha forjado un camino para su existencia. Las Escrituras dicen
en 1 Jn 5:19 “El
mundo entero está bajo el maligno”, lo que significa que ese algo o
alguien que toma el control de la vida, control sobre la existencia, fascina al
adolescente o joven con vanidades, el adolescente no puede ver el rostro de
quien lo dirige, no conoce sus intenciones y le engaña diciendo “todo va a
estar bien”, “esto es lo que necesitas”, “esto es lo que tienes que hacer”,
“tienes que ser alguien”, “así es la vida”; Y esa forma de control, esa
manipulación no proviene de los padres, ni de los maestros de la escuela, ni de
los gobernantes del país, ni de los grupos sociales, todos ellos no son más que
títeres, esclavos y sirvientes ya sometidos y entrenados (ya fascinados).
Ese alguien o algo que toma el control
tiene sus reglas, y muy pocos saben que esas reglas son contrarias a Dios,
contradictorias a lo que dijo el Señor Jesús, pero parece que eso no importa,
lo que importa es la corriente del mundo, “la realidad”, y eso determina la dirección y la conducta del
joven, y eso es lo que lo convierte en un hombre inicuo (sin ley) e impío (sin
reverencia y sin piedad).
El espíritu del mundo o espíritu
maligno es el que forja a todo adolescente o joven para que viva en el ritmo de
los demás, es Satanás mediante sus escuelas, sus ciencias, sus filosofías, sus
religiones que le enseña cómo vivir y convivir en la armonía misma de su ser, y
aunque no le vea este ha superado su ley natural y ha establecido nuevos
parámetros para tener un completo y mejor dominio sobre todo ser humano.
Efesios 2
2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo,
conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
Ese algo o alguien que toma el control
se llama “la corriente del mundo”, y es todo lo que nos rodea. Todo lo que
podamos ver, tocar, percibir, oír y degustar es el cuerpo mismo de un poder que
está dirigiendo con una armonía de gran precisión a todo hombre hacia las
tinieblas, hacia al caos, hacia el infierno.
1 Juan 5
19Sabemos
que somos de Dios, y el mundo entero
está bajo el maligno.
El mundo está bajo el maligno, y es un
poder disfrazado que tiene fascinado a todo hombre en todo tiempo desde la
adolescencia y juventud, que cuando son adultos pueden lamentar (si son sabios
para percibirlo y entenderlo) la cantidad de veces que le hubieran podido
vencer en su juventud.
La
fascinación del mundo
Pero que herramientas usa el mundo?,
como funciona? Como es que nos fascina?
[Fascinación. (Del lat. fascinatĭo, -ōnis). f. Engaño o alucinación. / Atracción
irresistible.]
La fascinación es la herramienta que
usa el mundo para tomar el control del niño, del adolescente, del joven y de
todo ser humano, esta es fácil de insertar por la necedad misma que llevamos
dentro, pues no nos permite ver lo que está ocultando tras sus maquinaciones.
Un ser inexperto como el adolescente siempre
requiere de algún patrón de comportamiento, por lo cual busca a quien seguir,
que hacer, como hacerlo. Y sobre quien estime el patrón se producirá un
elemento que se añadirá a su carácter, este elemento es la idolatría. El
modismo de indumentarias y vestimentas, modismos de comportamientos (grupos
sociales, tribus urbanas, etc), todos estos se transforman en patrones y
directores.
Antes estos patrones eran los padres o
tutores, pero con el tiempo, el sistema requería la total atención de los
tutores para su servicio, por lo cual dejo un método automático que se
transforma en niñera de los hijos y que está basado en la comunicación e
interacción con el mismo sistema. La televisión, los juegos, el Internet, las
drogas, el alcohol, el cigarrillo son los verdaderos tutores de la adolescencia
y juventud.
Quizás dirán: El cigarrillo o el
alcohol son tutores?, y la respuesta es sí, porque generan en los que lo usan
una cultura un estilo propio de vida basado en el vicio.
La
religión como forma de control
Y que pasa con la adolescencia o
juventud cristiana insertadas en las religiones?.
Jóvenes cuyos caracteres suelen ser
diferentes, un poco más rescatados quizás; Habrán o podrán ellos escapar o
escapado del sistema?. Pues, mientras estén en la religión, la repuesta es NO!,
el sistema es muy inteligente, tiene trabajando en distintos ámbitos a sus
leales siervos.
2 Tesalonicenses 2
7Porque
ya está en acción el misterio de la
iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez
sea quitado de en medio
2 Pedro 2
1Pero
hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos
maestros, que introducirán
encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los
rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. 2Y muchos
seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será
blasfemado, 3y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras
fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su
perdición no se duerme.
Introducirán fascinadamente,
encubiertamente, errores en las enseñanzas, dañando el desarrollo del hijo de
Dios. Pero como se traduce esto con la realidad de la juventud de la
congregación?
Un joven “cristiano” (sea nuevo o no en el Camino), cuando el mensaje del Señor
le toca, éste hace un intento en su corazón por agradar al Señor, por desgracia
debida a su necedad, falta de experiencia y con el mundo de sensaciones que lo
invaden, el enemigo le ataca de una manera en la que no se da cuenta que
realmente le este desagradando al Señor.
Muchos jóvenes, en su intento
“inocente” de agradar a Dios, van en búsqueda de cosas consideradas “cristianas”
que le ayuden a llenar esos vacios producidos por la ansiedad de la carne (música,
danza y expresión carnal), entonces los falsos ministros insertados en todas
las religiones, aquellos que inventaron el falso ministerio de la música y de
la danza (basado en un par de versículos del caduco pacto dado a los judíos o
antiguo testamento) les brindan a los adolescente y jóvenes cosas puramente mundanas
pero disfrazadas de “cristianeidad”, o con rótulo cristiano, inventando cosas
como “la danza cristiana”, “música cristiana”, “coreografía cristiana”, “escenarios
cristianos”, “pub cristiano”, “discoteca cristiana”, “deporte cristiano”, “recitales
cristianos”, “cine cristiano”, etc.. y con estas cosas fascinan a los pobres, inocentes
e ignorantes adolescentes y jóvenes que no quieren leer la biblia y que
encuentran en estas cosas un medio para llenar esas ansiedades carnales,
pensando que porque tengan rótulo cristiano están permitidas y no perciben que
tanto la danza secular como la danza “cristiana” es exactamente la misma, no
hay diferencia, los ritmos son los mismos, es el mismo mundo introducido
encubiertamente con herejías de doctrinas destructoras de supuestos ministros que
niegan la santidad y dan riendas sueltas a la carnalidad, a las expresiones
corporales que solo producen pecado, vergüenza y blasfeman contra el verdadero
Evangelio.
Tanto los adolescentes como los jóvenes
deben saber que Jesús es el único ejemplo a seguir, no se debe seguir a los
hombres, ni a las religiones; Han de saber que Jesús en sus predicaciones jamás
tocó un instrumento, jamás danzó, jamás brindó un show, un recital o un espectáculo,
jamás apeló a la carne. Ni los discípulos hicieron cosas semejantes a las
barbaridades que hoy se promueven en todas las religiones. Espero que esto al
menos les haga meditar y produzca el arrepentimiento apropiado para que puedan
volverse a Dios, escapando de los herejes que se la pasan haciendo recitales y
shows musicales para obtener ganancias
deshonestas, fama, popularidad, reconocimiento, etc.
Santiago 4
4¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es
enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se
constituye enemigo de Dios.
Entonces es contraproducente para los adolescentes
y jóvenes cristianos engañados por las religiones, intentar agradar a Dios y a
su vez agradar al mundo. No hay peor actitud de aquel que intenta quedar aprobado
delante de los incrédulos (sociedad a la que se pertenece: amigos, compañeros,
club, etc).
La Iglesia debe hacer hincapié en el
discipulado adolescente o juvenil, que la amistad con el mundo es enemistad
contra Dios, que quien intente hacerse “amigo” del mundo, se constituye enemigo
de Dios; Por lo tanto no se puede agradar a Dios y al mundo al mismo tiempo.
Interpretación
equivocada de las Escrituras
Existe actualmente otro grave problema
en la juventud cristiana respecto de la interpretación de las Escrituras y eso
se debe al mal ejemplo de sus mayores, que leen una cosa pero hacen todo lo
contrario.
Consideremos el siguiente caso a modo
de ejemplo: ¿Qué piensa el adolescente o joven al leer los siguientes
versículos?
Lucas 14
26Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y
madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida,
no puede ser mi discípulo.
Lucas 14
33Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a
todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
¿Cómo? puede asimilar esto un joven si
a su alrededor, hoy todo el mundo, inclusive los cristianos, pelean y se desgastan
por tener una vida cómoda, una familia, aumentar sus bienes y disfrutar de eso
que llaman “vida”. ¿Cómo? lo interpretarán si sus padres le exigen que estudie,
que se esfuerce, que se gradúe, que trabaje para ser “alguien” y así obtener
bienes y disfrutar de placeres.
Es más que seguro que la disyuntiva de
seguir al Señor abandonándolo todo, genere en el joven o adolescente una
confusión irracional, haciéndole pensar que quizás solo se trata de una
referencia simbólica, no le parece que fuera real o posible hacer lo que el
Señor le está pidiendo, con solo mirar a su alrededor (demás congregantes que
siguen al ritmo del mundo) entonces con semejante mal ejemplo el joven será
impulsado a estimar que con que tenga la intención de agradar a Dios en su
corazón será suficiente.
Sin embargo las Escrituras muestran el
verdadero ejemplo:
Hechos 2
45y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo
repartían a todos según la necesidad de cada uno.
Hechos 4
34Así que no había entre ellos ningún necesitado;
porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio
de lo vendido, 35y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se
repartía a cada uno según su necesidad.
Obviamente, el discipulado juvenil en
la Iglesia debe orientar al joven a no poner la vista en las cosas de la carne,
ni en las cosas materiales, ni en los desafíos del mundo, sino en las
espirituales, es decir, que su vida sea una vida dedicada a aquello que produce
un bienestar Espiritual, aquello que produce paz, viviendo una vida con un
ritmo apropiado y sosegado, basado en una economía sencilla, en lo posible en
un trabajo independiente y responsable.
La
contrariedad de la carne
Una de las cosas que también debe
saber el adolescente o el joven es que su peor enemigo es su propia carne,
porque su propia naturaleza rechaza al Señor, la rebeldía pega fuerte, su misma
juventud es un factor muy importante, todos sabemos porque, en ésta etapa tan
complicada de la vida, existen cosas como cambios, confusión, miedos,
crecimiento emocional así como una evolución mental (que si no se trata
correctamente, puede evolucionar de manera equívoca), y a veces muchos traumas
de la infancia salen a flote en ésta etapa de la vida (y otras nacen también).
La cuestión es que todos estos
factores son una desventaja para el joven hijo de Dios y son una poderosa
ventaja para el enemigo sobre todo la inestabilidad emocional y corporal del
joven (más en los varones que en las mujeres, nos referimos a la masturbación).
Otro gran factor que aporta desventaja
es el entorno mismo, pues la juventud mundana llena de necedad impulsa y
demanda de los jóvenes a mostrar actos “heroicos” o de “valentía” frente a
situaciones que llevan a placeres mundanos, tales como fumar, beber, drogarse,
fornicar, etc.
Las Escrituras dicen al respecto:
2 Timoteo 2
22Huye también
de las pasiones juveniles, y sigue
la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al
Señor.
1 Corintios 6
18Huid de la fornicación. Cualquier otro
pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra
su propio cuerpo peca.
Así que grande es la lucha para una
congregación que desea mantener victorioso a sus jóvenes.
La clave inicial es aportar mucho
conocimiento a la vida Espiritual frágil del joven, enseñarle a escapar o huir
de las pasiones juveniles, hacerlo frío frente a demandas del entorno que los
rodea, a ser inteligente para huir y salir airoso de situaciones que lo pondrán
en vergüenza delante de su Señor
La
influencia del mundo
El sistema del mundo le hará estimar
al adolescente o joven cristiano que estar en el Camino del Señor no significa
no poder agradar al mundo siendo un ‘poquito’ como el mundo” es decir, vestir
como tal, comunicarse como tal, escuchar
lo que ellos escuchan, consumir lo que ellos consumen o hacer lo que ellos hacen, etc.
Asimismo, el joven se ve rodeado de
pensamientos como “no estimo que esté mal” o “no pienso que este tan mal”, “no
veo en qué pueda afectar mi vida espiritual”, o “no veo el pecado (o lo malo)
en esto”. Todas éstas son trampas que el enemigo nos pone como una venda en los
ojos, para acercarnos a él y, con la más pequeña falta o tropiezo, encadenarnos
a su siniestra voluntad.
Todos éstos pensamientos y
sentimientos se ven seguidos de actitudes al principio un poco rebeldes, pero
al final se vuelven bruscamente notorias.
Una de éstas es el hecho de que
empiece a buscar el escuchar música (poniendo un extremo), dando por excusa el
hecho de que “no tiene un mal contenido, o no tiene nada de malo”, diciendo “no
veo que insulte a Dios” o “no veo que sea satánica”.
La respuesta a esto es sencilla:
Gálatas 5
16Digo,
pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
17Porque el deseo de la
carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
18Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
19Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías,
y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he
dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley. 24Pero
los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
1º Pedro 2
11Amados,
yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el
alma,
Mateo 12
30El que no es conmigo, contra mí
es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
Asistencia:
-
Primero: Quitar o
anular el pensamiento de que convivimos con tres sistema “lo mundano”, “lo
satánico” y “lo de Dios”. Esto no es así, hay solamente dos reinos batallando en
la tierra, “El Reino de Dios” y “el reino del maligno”; El Reino de Dios es la Iglesia y el reino del
maligno es el mundo, ambos reinos son contradictorios, son opuestos, uno está
basado en la ley de la carne y el otro está basado en la ley Espiritual de
Cristo.
-
Segundo: Hacer
comprender que no se puede estar en ambos reinos, salir de uno y entrar a otro
a voluntad cuantas veces queramos; Los que son del Reino de Dios tienen en
común que han sacrificado la carne con sus pasiones, esto significa que no son
dominados, sino que tienen el dominio de su naturaleza, estén donde estén
seguirán regidos por la ley Espiritual, confrontarán luchas en sí mismo y
vencerán.
Nuevamente, no olvidemos también que
el mundo tiene religiones, sistemas humanos que intentan parecerse al Reino de
Dios, se disfrazan de cristianeidad con el objetivo de controlar las masas,
estas también debemos evitar.
Por lo cual, cualquier cosa que
tomemos del mundo es contraria a la ley Espiritual (sea música, sea
indumentaria, sea cualquier modismo o conductas); No puedo recoger y
desparramar, aunque parezca confuso debo encontrar un equilibrio, debo buscar
entender cómo funcionan los reinos y que quiere Dios de mi, para saber entonces
cómo vivir y existir en esta carne y en este mundo agradando y sirviendo a
Dios.
La clave es Sabiduría y autocontrol,
la clave es entender y comprender que venimos al mundo para ser probados y ser
perfeccionados en obediencia (Sal 66:10-12; 7:9;
11:5; Pr 17:3; 1 Pe 1:6-7) este es el verdadero propósito más allá de la
existencia actual.
Otra cosa importante es entender que Dios
no valora mi sacrificio humano por no tocar o evitar el mundo si sabe
perfectamente que mi ser está deseando hacerlo, eso es religión, eso es ser
hipócrita. Por el contrario Dios valora a quien por naturaleza Espiritual
deshecha el mundo para hacer su voluntad, pues aunque luchemos con la carne o
tengamos contacto con el mundo, estos no me desviarán del propósito de Dios, el
cual también me purifica.
Entonces si bien es inevitable tocar
el mundo, me limpio con hacer la voluntad de Dios.
Salmos 119
9 ¿Con qué limpiará el joven su
camino? Con guardar
tu palabra.
10 Con todo mi
corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos
Para ser más claro, daremos un
ejemplo;
Es bueno asistir a la escuela? La
repuesta no es “si” o “no”, sino que debo considerar que si la escuela me
brinda herramientas tales como escribir, leer, calcular las usaré
apropiadamente sin que estas me afecten el propósito de Dios, pues si me ha
enseñado a leer no lo usaré para leer revistas inmundas sino para aprender más
las escrituras bíblicas. (Aunque en particular considero que no se necesita las
escuelas del mundo para que los hijos aprendan cosas tan básicas y tan
sencillas como leer, escribir, calcular, sobre todo en estos tiempos donde las
escuelas están contaminadas de drogas, vicios, pornografía, malas disciplinas,
malas palabras, malas conductas que perjudican gravemente a los hijos de los
cristianos)
Entonces, también, alguno dirá “no es
malo aprender música” si la uso con “buenos” propósitos (o sea para tocar
instrumentos musicales en la congregación estimando que esto agrada a Dios).
Pues este es un pensamiento equivocado, porque primeramente tengo que
considerar si es que la música agrada al Señor, la repuesta es obvia que NO, el
Señor no se regocija en la música del instrumento, quien diga eso es un
mentiroso, puesto que la música no es espiritual, sino física; Lo que estamos
diciendo es que al Señor Jesús no se le agrada con música sino con obediencia a
sus mandamientos (Jn 14:15), Jesús NO dijo
“si me aman compongan música”, sino que si le aman, “cumplan sus mandamientos”,
y en los mandamientos jamás dice “tocarás música para mi”, la forma de agradar
a Dios es viviendo una genuina vida cristiana, esa es la verdadera adoración
Espiritual, viviendo experiencias cristianas a cada momento (oración, lectura,
meditación, disciplina, amor al prójimo, evangelización) entonces el cristiano
tendrá motivos para alabar y en tal caso la música es una herramienta humana
que acompaña la alabanza.
Dicho de otro modo, el Señor no se
agradará de cuan bueno seas tocando la guitarra, o cuan buena sea tu voz, sino
de lo que haya en tu corazón para adorar con tus hechos y con tu vida. No puedes
llamar “don de Dios” al hecho de tocar un instrumento, eso no es bíblico, no es
Espiritual, tocar un instrumento es solo una habilidad humana, debo llamar “don
de Dios” al hecho de hacer salmos y cánticos espirituales basado en hechos
reales, sucesos experimentados qué verdaderamente glorifiquen a Dios, lo cual
significa que para que eso ocurra debo tener en abundancia la Palabra del Señor en mi
interior.
Sepan que el rey David antes de componer salmos y tocar instrumentos
primeramente vivió las experiencias, mató leones, mató osos (1 Sa 17:34-35), mató gigantes (1 Sa 17), venció ejércitos, fue rey, fue juez,
fue un hombre conforme al corazón de Dios (1 Sa
13:14) y
en todas estas cosas jamás le faltó oración o súplicas a Dios y esto se ve
claramente en el libro de los salmos.
Recuerden lo que dijo el Señor Jesús
Juan 4
23Mas
la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre
en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren. 24Dios es Espíritu; y los
que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren
Colosenses 3
16La palabra de Cristo more en
abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos
unos a otros en toda sabiduría, cantando
con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos
espirituales.
Así que antes de impulsar a los
jóvenes a tocar algún instrumento (sobre todo en la congregación) se debe
impulsarlo (por no decir obligarlos) a comer de las Escrituras, a llenarse del
conocimiento de Dios, a orar, a expresarse correctamente, para que su adoración
sea verdadera y con su habilidad pueda tocar la música que acompañará esa
adoración.
La
influencia de los padres
A propósito de influencias, otro punto
a destacar, es el ideal equivocado que mantienen los padres cristianos de
influenciar a los hijos a realizar carreras profesionales, terminar los
estudios, cumplir metas, a estimar las alternativas de mejor desarrollo
propuestas por el sistema; Estiman que es posible ser “hijo de Dios” y a su vez
“un profesional destacado”; Valoran el hecho de que es posible “vivir bien con
las reglas del mundo siendo hijo de Dios”; Esto no es posible, no se puede
servir a dos señores, no se puede realizar una carrera sin tener en la mente la
meta de usarlos para el beneficios de obtención de bienes, reconocimiento, un
estilo de vida, fama, popularidad, etc.., no se puede adquirir los
conocimientos del mundo filtrando las pasiones, los anhelos, la codicia, que
estos generan. Si se toma de los frutos del mundo les gustara su sabor, y les esclavizarán
a comerlos continuamente, pues generan una adición a la clase de vida que tiene
el mundo (por eso las congregaciones están como están), de la cual será aún más
difícil corregir y volver a los adolescentes y jóvenes al Señor, pues una mente
viciada se siente a gusto con el sistema y desprecia el camino del Señor.
Todos sabemos que se pierde muchísimo
tiempo valioso en los estudios y en carreras profesionales y es un gran
desafío, estas cosas solo aletargan el desarrollo Espiritual del joven y es
casi seguro que se pierda en el afán en la que lo han sometido. Como quisiera
que con la misma ambición con las que los padres quieren que sus hijos estudien
para que su vida sea más fácil, lo hicieran para que sus hijos se mantengan en
el camino del Señor.
Antes de influenciarlos a desafíos
mundanos, es necesario brindarles los frutos Espirituales, enseñarles de quien
dependen todas las cosas, cuales son los objetivos de una vida en Cristo.
Una mente sazonada con el conocimiento
del Señor, tiene otras perspectivas, aumentan la visibilidad, desarrollan
nuevos caracteres, nuevas expectativas, se libran del mundo y su sistema,
trabajaran aprovechando el tiempo, serán útiles para el Señor cuando los llame.
Con este criterio formado en el joven, se podrá de acuerdo a su capacidad
alentar a escoger una carrera apropiada siempre y cuando no sea muy sacrificado,
considerando que se tenga los recursos necesarios para que lo logre, aunque
expreso que esto no es para todos.
Volviendo a: Con que limpiará el joven su camino?; Expresa de forma generalizada
que es imposible pasar de joven a adulto sin tocar el mundo, sin ensuciarse o
cometer errores o dejar secuelas y heridas a posteriores. Como será posible
ayudarles?. No podemos obligarlos a saltar a una piscina si no saben nadar, no
sabrán nadar si no les enseñamos, no aprenderán sin entrar en la piscina, no estarán
seguros sino estamos a su lado hasta que lo logren por sus propios medios.
Entonces como ayudamos a los jóvenes?.
Al respecto halle una herramienta más
1 Corintios 10
23Todo
me es lícito, pero no todo
conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
1 Corintios 6
12Todas
las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son
lícitas, mas yo no me
dejaré dominar de ninguna.
La astucia, la inteligencia y la
sagacidad del joven se verán exaltada cuando use esta herramienta, usar lo que
conviene, tomar lo que edifica, y no dejarse dominar por nada.
La
influencia de las religiones e instituciones humanas
En el ámbito de las congregaciones,
debemos cuidar a nuestros jóvenes de caer en manos de los que comercializan con
el Evangelio. No entreguemos nuestros jóvenes a instituciones humanas con el
fin de editar “música cristiana” y venderlas, o estudiar teología para tener un
“título de pastor” y autorizarlos a mendigar dinero mediante el cobro de diezmos
y ofrendas.
Hay una gran cantidad de instituciones
humanas que se hacen llamar “cristianas”, cuando en realidad no son más que
gente del mundo disfrazada de predicadores de la palabra de Dios, falsos
maestros o como también los llama las Escritura (falsos disfrazados de ángeles
de luz). Por desgracia, puede que esas personas no sepan de su error (tanto
músicos, predicadores u oyentes). Algunos de esos grupos están conscientes de
su rebeldía, pero sus mentes están cauterizadas (1
Ti 4:2) debido al amor a las cosas del mundo, porque están pensando
siempre en lo terrenal (Fil 3:19) encerrados
en su estilo tanto de música y doctrinas como a veces de vida, y es el mismo
pensamiento que infecta al joven oyente.
Hablamos
tanto de la música porque esto es lo que más afecta a los jóvenes de las
congregaciones actuales, pues a falta de lectura, de exhortación, de disciplina
Espiritual, se abren a campo abierto a la música cristiana considerando que
este es el objetivo del Evangelio. Y son fáciles de atrapar porque la música
evoca emociones, sentimientos o sensaciones (en su mayoría carnales), generan
ídolos humanos, cosas que no son correctas, ven o estiman a quienes las
interpretan ejemplos de vida, sin analizar los contenidos, sin analizar las
vidas de dichos músicos, dejándose llevar por las apariencias.
1
Samuel 16
7Y
Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su
estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre;
pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
El
corazón del joven, es lo que debemos cuidar, enseñarles a limpiarse, evitar las
influencias, la rebeldía de la que no se dan cuenta.
Frente
al mundo
Es
en la adolescencia y en la juventud cuando el enemigo toma lugar en la vida del
joven, sin que éste se de cuenta, encadenándolo de una manera sutil que, por su
mismo desconocimiento de la palabra, ignora.
Es
aquí donde debemos de recordar lo que las Escrituras declaran de que “el mismo
Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Co 11:14).
Lo que debemos comprender es que el
mundo genera en todo joven una suspicacia (tendencia a la desconfianza), El
joven empieza a sufrir una cauterización de su mente, haciéndole estimar que él
tiene la razón y que las demás personas (o hermanos) “no lo entienden” o “están
fuera de tiempo o moda, u onda”. Gran parte de esos pensares, es también la
influencia de gente de su entorno “no cristiano” o “casi cristianos” (estos
últimos son jóvenes de la misma congregación que están desfasados de la
verdad). Comentarios como “¿Y qué hay de malo en ello?”, “¡No exageres!” o
comparaciones con otras personas “cristianas” conocidas también por ellas,
diciendo que ellos también hacen esas cosas y su vida espiritual no cambia.
La
televisión también es un factor, uno MUY importante; Hay que enfatizar que, en
sí, la televisión es mala, y aún en la programación televisiva “cristiana” se
ven pésimas influencias, ya que en programas para jóvenes se ve a los
conductores con la misma apariencia mundana, y esto confunde a jóvenes nuevos,
o con poca relación con Dios, haciéndoles caer. A veces dichos conductores tienen
apariencias idénticas a conductores de programas seculares de gran rating.
Otra
manera de contaminación es por las amistades con las que se ven vinculados por
el mismo entorno (escuela, club, barrio, etc)
La
juventud del mundo esta avocada a entregarse a placeres, a disfrutar de aquello
que llaman “libertinaje”, la astucia y la sagacidad de estos superan
ampliamente al joven hijo de Dios.
Lucas 16
8Y
alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en
el trato con sus semejantes que los hijos de luz.
Así que sobre esto no hay más remedio
que evitárselos (sobre todo en la adolescencia), no prohibiendo, sino filtrando
los entornos, prefiriendo aquellos que generen un adiestramiento en lo
deportivo, o comunicativo, o laboral, teniendo siempre en cuenta que estas
cosas se consideren en lo posible lícitas.
Fortalecer su vocabulario, ampliarlo
en su expresión para evitar los insultos y las “malas palabras”
Hoy en día los padres cristianos se
hacen a la idea que si su hijo cristiano es fuerte puede volcar a otros amigos
al Evangelio, penosamente la realidad muestra que ante la ineficacia del joven
(por falta de conocimiento y experiencia) no logrará transformar la vida de
algún amigo mundano, sino que ocurre al revés, un joven cristiano se convierte
en un joven cristiano mundano.
El
contacto con los del mundo no es el problema real, lo real son las actividades
a las que se dedican y a las cuales quieren hacer participes a todo el entorno
para generar una unidad en común. Son estas actividades las que fascinan a los
jóvenes, el hecho de ser invitado a fiestas, lugares, hacer, oír o conversar
cosas no cristianas (oír música, o tener conversaciones).
Un
ejemplo de ello, puede ser desde el inicio de una “inocente” conversación (que
en algún momento convergerá a algo malo, puede ser groserías, insultos, sexo,
etc), hasta a una invitación a una disco, a tomar, etc.
Cuando
el joven está solo, frente a la compañía de una persona o varios jóvenes no
cristianos, su situación es similar a la de un cordero recién nacido (debido a
la falta de conocimientos bíblicos) en medio de una jauría de zorros, astutos y
hambrientos. Esta es una situación grave porque el joven se encuentra
desprotegido en conocimientos y muy vulnerable espiritualmente. El joven puede
encontrarse conversando, hasta cierto punto “sanamente” con su(s) amigo(s) y en
un cierto punto de la conversación, ser invitado a, digamos, escuchar una
canción (caso leve) pero luego impulsado a bailar, tomar, ir a una disco (casos
muy graves), o hacer otra cosa aberrante o que pueda ensuciarlo, avergonzarlo,
contaminarlo o aun condenarlo a ser apartado de Dios.
Un
poquito de luz podría llevar al muchacho a preguntarse ante tal invitación, “si
ellos saben que soy “cristiano”, ¿por qué me ofrecen esto?; Si esto fuera
posible, es ahí donde él tiene la fuerza de voluntad para decir “No” (aunque
sea muy difícil decirlo) y considerar que ese entorno no es el apropiado para
él, por la simple razón de que no respetan sus convicciones; Pero si es muy
“necio” espiritualmente no verá la contrariedad y será arrastrado por el
entorno, es en ese justo momento cuando las legiones satánicas hacen su
presentación, a veces no muy notoriamente, otras sí. La plática podría ser
así. (Amigo, será denotado por letra A, Cristiano
joven por C).
A:
“¿Por qué no?”.
C:
“Porque soy “cristiano””.
A:
“¿Y qué tiene que ver?”.
C:
“Pues porque está mal, y no debo”.
A:
“¿Y por qué no? Yo no le veo lo malo.”.
Y
es ahí donde viene un “Crack” a la cabeza del joven, seguido por la pregunta en
su mente “Es verdad, ¿por qué no?”, es una bomba de gran tamaño que le ataca y
lo peor es que no se encuentra protegido, ni tiene el arma de las Palabras para
contrarrestar a las huestes satánicas.
A
falta de repuesta cede, pero un joven formado plenamente en la Palabra recordará las
escrituras, expresiones tales como:
Salmos 1
1 Bienaventurado
el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino
que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
3 Será
como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
4 No así
los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento.
5 Por
tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la
congregación de los justos.
6 Porque
Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.
Proverbios 3
1 Hijo
mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos;
2 Porque
largura de días y años de vida Y paz te aumentarán.
3 Nunca
se aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, Escríbelas en
la tabla de tu corazón;
4 Y
hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres.
5 Fíate
de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
6 Reconócelo
en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
7 No seas
sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;
Considero
que un joven bien formado, pueda salir airoso, y aún generar una especie de
respeto debido a la sabiduría con la que contrarresta las preguntas del entorno
asociado.
Además
el mismo joven se dará cuenta si sus amigos le respetan en sus ideales o aun le
desechan, en este último caso sabrá automáticamente que no son sus amigos. Si
así no fuera la misma necedad le llevara al joven a preguntarse con gran
titubeo, “¿Qué dirán de mí?” (que es un arma maestra del enemigo) y caiga en
hacer lo malo. Cuantos han cedido al primer cigarrillo? A la primera copa de
bebida alcohólica ofrecida?, Cuantos han dicho NO?.
Hay
que enseñarles a nuestros jóvenes a saber discernir a las personas y espíritus,
pero para ello se necesita estar firmes en la lectura y en la oración. El único
remedio en éste caso es orar por esas personas, pero, de nuevo, volvemos al
problema de la debilidad de la oración en esa persona.
Por último reiteramos la llave para
salir victorioso:
2 Timoteo 2
22Huye también
de las pasiones juveniles, y sigue
la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al
Señor.
1 Corintios 6
18Huid de la fornicación. Cualquier otro
pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra
su propio cuerpo peca.
1 Timoteo 6
8Así que,
teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9Porque
los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias
necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
10porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual
codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos
dolores.
11Mas
tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la
piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Aunque suene poco valiente esta es la
llave: HUIR
Huir no es salir corriendo, no es
esconderse, Huir es “NO te dejes
atrapar”
Todo el tiempo de la juventud, el
joven es como la gacela perseguida por el cazador, el concepto de valentía es
contradictorio para el mundo, pues llaman valiente al que con miedo ha salido
airoso, cuando a la verdad es al revés, no es la falta de miedo lo que hace al
hombre valiente, sino la seguridad que tenga para enfrentarse a aquellos que
los otros temen, y esa seguridad está basada en el conocimiento y temor de
Dios.
El joven José huyo de la mujer de
Potifar, por las convicciones referentes a su Dios. (Ge
39)
El joven David enfrento con seguridad
a Goliat por el respaldo que tenía en Dios. (1 Sa
17)
El joven Daniel propuso en su corazón
no contaminarse (Dn 1:8)
No podemos evitar o prohibir que
nuestros jóvenes tocar el mundo, pero si podemos fortalecer su conocimiento,
aumentar su temor a Dios, considerarlos respaldados y asegurados.
Después de esto solo nos queda esperar
con oración a que pasen ese valle y aún estén en el Camino.
1º Timoteo 4
12Ninguno
tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra,
conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13Entre tanto que voy,
ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
La
Paz del Señor Jesús