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AL PRIMER AMOR Y A LAS PRIMERAS OBRAS
Apocalipsis 2
4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y
arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no,
vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres
arrepentido.
LA
IGLESIA EN CASAS
Siempre me ha estorbado esa enseñanza
religiosa de llamar “células” a las reuniones cristianas que se hacen en las
casas; Se que las llaman así para quitarle a esa reunión todo el valor
doctrinal de "Iglesia"; Obviamente las religiones prefieren e imponen
el modelo jerárquico institucional para no perder el control sobre las masas y
hacen lo posible para desacreditar a las reuniones cristianas que se hacen en
las casas.
Sin embargo
una de las verdades ineludibles que las religiones no quieren admitir, por la
simple razón de que no quieren perder el control sobre sus congregantes es el
hecho de que la Iglesia del Señor Jesucristo nació en casas y se congregaban en
casas. (1 Co 16:19; Col 4:15; Ro 16:5,23; Flm 2)
1
Corintios 16
19 Las iglesias de Asia os saludan.
Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su
casa,
os saludan mucho en el Señor.
Colosenses 4
15
Saludad a los hermanos que están en
Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia que está en su
casa.
Romanos 16
5
Saludad
también a la iglesia de su casa. Saludad a
Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo.
Romanos 16
23
Os
saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda
Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.
Filemon
2 y a la amada
hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa:
Y si nos preguntamos cuales eran los
objetivos de las reuniones bien podemos leer en:
Hechos 5
42 Y
todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.
Hechos
2
42 Y perseveraban en la doctrina
de los apóstoles, en la comunión unos con
otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
43 Y sobrevino temor a toda persona; y
muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. 44 Todos los que habían creído estaban juntos, y
tenían en común todas las cosas;
45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según
la necesidad de cada uno. 46 Y perseverando
unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos
con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y
teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los
que habían de ser salvos.
Con los
textos leídos podemos determinar que la razón de congregarse en casas como
Iglesia del Señor Jesús radica en la enseñanza, la predicación, la oración y
tomar la Cena. Sabiendo que en toda reunión hecha en el Nombre del Señor Jesús,
Él está allí por promesa con su Espíritu.
Mateo 18
20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos.
Esta debe
ser la plataforma para el inicio de una congregación en casa: Oración, lectura,
meditación y compartir con los hermanos supliendo las necesidades mutuamente.
Todo hijo de
Dios debe saber y comprender una gran verdad, que somos la Iglesia de manera
grupal y particular en todo tiempo y en cualquier lugar.
1 Corintios 12
27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de
Cristo, y miembros cada uno en particular
Porque esta meditación?
Si
consideramos los motivos por la cual bíblicamente los cristianos deben
congregarse (enseñanza, predicación, oración, cena), lamentablemente vemos que las
congregaciones de hoy han perdido la dirección y se han extraviado de los
objetivos, para irse detrás de objetivos mundanos impuesto por las
instituciones religiosas, haciendo de las reuniones un centro de espectáculos y
convirtiéndolas en un mercado de productos con rótulo “cristianos”: Cd
musicales, dvd, souvenirs, indumentaria, talismanes, ídolos, etc.
La mayoría
de los cristianos asisten a las reuniones para socializar, para ver como sus
hijos danzan, cantan o tocan algún instrumento. La mayoría van buscando una
sensación de placer emocional mediante espectáculos musicales, cosas que apelen
a los sentidos (visual, auditivo).
En las
reuniones religiosas prácticamente no se ora, las predicaciones son muy cortas
y generalmente no son bíblicas y la Cena se practica una vez al mes o
bimestralmente.
Pero, por
sobre todo, la falencia más grave de las instituciones denominacionales que se
hacen llamar Iglesia, es el hecho de que se haya dejado de discipular y enseñar
a los congregantes.
En estos
tiempos de gran apostasía muchos cristianos han tenido que escapar o salir de
las instituciones religiosas para no ser partícipes de los terribles pecados o
graves errores que comete cada congregación, entre ellos podemos mencionar, la idolatría,
el ecumenismo, la fornicación y adulterio de los congregantes y ministros, etc.
La deserción de cristianos de las instituciones
religiosas y denominaciones
Por una
parte debemos decir, que no está mal salir o escapar de una estructura
religiosa nefasta; De hecho si un cristiano puede discernir que la congregación
a la que asiste ha perdido la dirección bíblica debe salir inmediatamente para
no participar de las obras aborrecibles. Pero, siempre y cuando esté plenamente
convencido y consciente de lo que ello implica; Porque por falta de
conocimiento o crecimiento y desarrollo Espiritual los cristianos no saben qué
hacer posteriormente o como mantenerse sin la denominación luego de salir de
ella.
El problema
radica en que la mayoría de los casos la deserción es justificada humanamente y
no Espiritualmente.
Cuando uno
le consulta a los hermanos el porqué de su alejamiento, suelen responder:
- “no
me llevo bien con el pastor”,
- “no
me llevo bien con algunos hermanos”,
- “no
tolero la música”,
- “me
parece que están equivocados” (a pesar de que no tengan los fundamentos para
demostrarlo),
- “están
continuamente murmurando”,
- “hablan
y hablan pero no hacen nada”, “hablan una cosa y hacen lo contrario”
- “el
pastor me exige los diezmos”,
- “continuamente
están pidiendo dinero para construir o hacer algo”,
- “no
me enseñan”, “si quiero aprender me piden que vaya a pagar sus seminarios”,
“no me gusta
esto o aquello”, en fin, a pesar de que algunas respuestas puedan justificar
por así decirlo su alejamiento, el hecho de responder de esa manera es porque
está dando un mal testimonio de sí mismo, porque no son más que personas que
consideran a la congregación como un simple “club social” al que asisten para
disfrutar de un show humanista, para participar de las canciones por una
cuestión sentimental o emocional.
A muchos les
agrada la institución religiosa con su formato jerárquico, y se aferran
fuertemente a ella sin respaldo bíblico hasta que son defraudados o estafados y
obviamente la decepción no solo los aleja de la institución sino que también
dejan de lado la vida cristiana, con el riesgo de volver a una vida mundana.
En la
diversidad de casos de deserción dentro de una congregación, están aquellos que
por una cuestión de afinidad (por gusto carnal o humano) al no sentirse cómodo
con el grupo simplemente dejan de congregarse, y si uno les consulta al
respecto responden “estoy buscando otra congregación en la que me sienta más
cómodo”; Una pésima repuesta que en definitiva lo que está diciendo es “busco
una congregación a mi gusto” (como si eso existiera).
También
están aquellos que al no convertirse verdaderamente al Señor Jesucristo pero
que al menos han leído un poco y han escuchado de otros sobre la apostasía
comienza a murmurar y a hablar mal de toda la congregación sin darse cuenta que
el error proviene generalmente de los dirigentes (influenciados por la
religión) y no de los congregantes. Para esta clase de persona si el ministro
está equivocado entonces toda la congregación está equivocada excepto él.
Entre todos
también están aquellos que dicen, “yo soy cristiano, ya me he bautizado y no
necesito a nadie” pero no lee diariamente las Escrituras, no ora diariamente
(sino de vez en cuando), no tiene dirección, no hace nada, no vela por su familia
ni por sí mismo, sigue en el mundo respondiendo al sistema haciendo una vida
supuestamente “sin religión” pero siguiendo religiosamente al mundo (estudiar,
trabajar, consumir, aportar, sobrevivir) esta es una de las peores postura.
También
entre todos solo algunos que han enfrentado a la religión con la Verdad de
Cristo Jesús y que a pesar de haber expuestos los argumentos a los ministros o
pastores velan solos en sus casas con oración y lectura esperando a que el
Señor haga algo pero sin ellos. A veces simplemente terminan sentándose frente
a una pantalla de computadora para chatear con otros cristianos acordes a sus
pensamientos o conclusiones o exponerse en foros o salas religiosas, o en
espacios cibernéticos, o simplemente para participar de una red social de
cristianos, entre ellos el Facebook, Twiter, etc.
Volviendo al modelo bíblico
Esta
meditación es un llamado para dejar de justificar “la soledad”, “la falta de
congregación” y de justificar los argumentos contra la religión para comenzar a
actuar y comportarnos como el Señor demanda.
El objetivo
de esta meditación es refrescar la mente Espiritual de aquellos cristianos que
están sin dirección, como de aquellos que no saben cómo reaccionar frente a las
problemáticas de una congregación.
Lo primero
que notamos es que la Iglesia según las Escrituras difiere ampliamente de lo
que hoy se ve en todas las religiones evangélicas cristianas.
Primeramente
tenemos que separar conceptualmente la “Iglesia” de la “congregación”, aunque
hoy se estimen iguales son términos diferentes que están asociados pero que una
es consecuencia de la otra.
El vocablo
“Iglesia” es un vocablo, que de mala manera, comúnmente es utilizado por el
hombre y por la religión para asignarlo a un espacio físico o un edificio o a
un grupo de personas dirigida por una institución religiosa que practican
reuniones o cultos cristianos.
Por más
buena intención que hayan tenido, no podemos proseguir sin antes denotar tan
grave error al hecho de llamar “Iglesia” o poner un “cartel” al espacio físico
o material y que doctrinalmente tiene un valor muy diferente del que le asigna
la religión.
IGLESIA: Del griego ekklhsia [Strong 1577] [MAB 1416]
El término deriva de la unión
de dos vocablos:
ek (ek) = fuera de
klhsiv (klisis) = Llamamiento [kalew = llamar
(verbo)]
La expresión
proviene del griego y en aquel entonces hacía referencia a un cuerpo colegiado
reunido para considerar o determinar asuntos socio-políticos de un reino.
Posteriormente se redefinió el vocablo para darle la traducción de “Asamblea”.
También algunos sinónimos son: Concilio, Congregación, Reunión Grupal o
Concurrencia.
En las
Escrituras el vocablo “ekklisia” o “Iglesia” no se tradujo sino que se mantuvo
esa sintaxis por el valor doctrinal que implicaba tal vocablo. Por ejemplo en
griego en Hechos 19:32 aparece también el
vocablo “ekklesia” pero que en este caso se tradujo a “concurrencia”, y se hizo
así porque existe la firme intención de distinguirla doctrinalmente de la Iglesia de Jesucristo;
como la expresión que dijo Jesús “edificaré mi ekklisia” en (Mt 16:18).
Así que la Iglesia es una consecuencia o fruto de la
predicación del Evangelio, fruto del discipulado comandado por el Señor Jesús (Mt 28:18-20).
La congregación, es decir las reuniones nacieron de las prácticas
comunes de mantenerse “unánimes” (Hch 1:14; 2:1; 2:46)
y que tales reuniones eran buenas por lo cual esta práctica se estableció como
un rudimento, como un “modus operandis” de los convertidos hasta la venida del
Señor, y cuyo objetivo era crecer Espiritualmente perseverando en la doctrina
de los apóstoles, perseverando en la oración y en el amor al prójimo.
Podríamos
decir entonces que:
Espiritualmente
y de manera particular la “Iglesia” es aquel que fue llamado a salir, a
renunciar al reino de las tinieblas (mundo) para ser partícipe del “Reino de
Dios”, partícipe del Espíritu Santo buscando la santidad de todo su ser (1 Te 5:23). Como consecuencia “la congregación”,
es decir la “reunión de las personas” es considerada la Iglesia en su totalidad
como los miembros del Cuerpo de Cristo (Col 1:18;
Ef 5:23), pero esto no implica que la Iglesia sea un espacio físico o la
totalidad de las personas que se reúnen.
Habiendo
expresado esto vamos leer otros fundamentos importantes para el cristiano con
respecto a la Iglesia
1 Corintios 3
16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora
en vosotros?
17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque
el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
1 Corintios 6
19 ¿O ignoráis
que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales
son de Dios.
Hechos 17
24 El Dios que hizo el
mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, 25 ni es honrado por manos de hombres,
como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas
las cosas.
1 Timoteo 3
15 para que si tardo, sepas cómo debes
conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios
viviente, columna y baluarte de la verdad.
Así que la Iglesia de Cristo es Espiritual, no hay nada material que pertenezca al
Cuerpo, Dios no habita en templo de materiales (Hch
17:24; 7:48). No debemos pensar bajo ningún punto de vista o conceptos
propuestos por hombres o religión que el edificio de reunión, las casas, las
sillas, el púlpito o pupitre, las biblias y todo aquello que sea tangible sea la Iglesia o tenga algún
valor similar a ella.
Se comete un grave error y una difamación cuando
tratamos a las cosas materiales como Iglesia o parte de ella.
Y si aún pensamos que al lugar o edificio podemos
llamarlo “Templo” incurrimos en otro grave error, porque nosotros somos “El
Templo de Dios”. Dios no necesita un espacio o una superficie en este mundo, de
Él son todas las cosas y por Él subsisten. Dios nos ama a nosotros y quiere
estar en nosotros, no en lo que hagamos con las manos.
Y si aún pensamos en llamar al edificio o lugar de
reunión “Casa de Dios” incurrimos en otro grave error, porque la Casa de Dios es la masa
congregacional, no lo material.
Hay que
desechar de una vez por toda esa terrible doctrina hereje de construir un
edificio de materiales que no tiene ningún sentido y que no es bíblica y
dedicarnos a la edificación Espiritual de los hermanos.
Con estas
verdades del Espíritu Santo y las Escrituras como fundamento tenemos la
profunda necesidad de derrocar todo precepto, dogma y doctrina preconcebida por
parte de la religión:
De ahora en
más derriba todo pensamiento religioso, quítalo de tu mente y de tus huesos,
entiende que:
- La
Iglesia es una sola y es de Cristo, lo demás es religión.
- La
Iglesia es una y religiones cristianas muchas, cada una con sus doctrinas
humanas, sus preceptos, sus dogmas, sus declaraciones de fe y sus rudimentos.
- No
llamar jamás “Iglesia”, “Templo”, “Casa de Dios” a un edificio como suele hacer
la religión al poner un cartel erróneamente en su local de reunión diciendo
“Iglesia de …”
- La
Iglesia no tiene ni debe tener nombre de hombres, ni carteles, ni templos de
materiales, ni instituciones, ni membrecía, ni reconocimiento estatal. La
Iglesia no debe relacionarse con el estado porque que parte los que son de la
Luz con los de las tinieblas?, que parte el Reino de Dios con el reino de las
tinieblas? Que concordia belial con Cristo? (1 Co
6:14-16). Que las religiones se autoproclamen “iglesia” es un grave
error y serán enjuiciado por ello.
- Jamás
debemos llamar Iglesia a las religiones, jamás diga “iglesia católica” o
“iglesia evangélica” o “iglesia mormona” o “iglesia de los testigos” o
“iglesia….” etc, porque eso es una blasfemia, Dios no está en las religiones,
sino en los que creen y siguen al Señor Jesús, por lo cual hagamos la
diferencia, les digamos lo que son “religión católica”, “religión evangélica”,
“religión mormona”, “religión de los testigos… “etc.
- Desechar
a los que dicen ser ministros por el solo hecho de tener un papel obtenido en
un seminario que solo pretenden un dominio intelectual y vivir a costa de los
hermanos.
Los hijos de
Dios son la Iglesia ,
no las religiones, no las biblias, no los pulpitos, no los templos de
materiales, no las doctrinas humanas, no la cizaña, no el ecumenismo.
La Iglesia es parte
del Reino de Dios y no de la religión
Hebreos 12
28 Así que, recibiendo nosotros un reino
inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole
con temor y reverencia;
1 Tesalonicenses 2
12 y os encargábamos que anduvieseis como es
digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria.
Lo primero
que todo cristiano debe entender es que la predicación y la formación de una
Iglesia es consecuencia de la orden del Señor Jesucristo: “Id y haced
discípulos” (Mt 28:19-20). Lo que implica
primeramente que un discípulo debe ser llamado, formado y enviado por el Señor
y no por la religión, obviamente cada obrero debe cumplir una serie de
requisitos bien especificados en las Escrituras y recién entonces debe predicar
el Evangelio, discipular con el Evangelio y como consecuencia obtendremos una
congregación de hermanos que requieren edificación Espiritual (Ef 4:12), por lo que el Espíritu Santo designará
en aquellos que Él escoja las funciones serviciales según (1 Co 12:27-31; Ef 4:11), pero estamos muy lejos
de ello y por lo tanto el camino de retorno se hace cada vez más largo si no
nos volvemos ahora mismo. Tenemos que buscar la presencia del Señor, pedir su
guía, pedir que su Espíritu se encienda en nosotros. Volvamos a la Cabeza
Cuál es el
problema?
La Iglesia
en las Escrituras se compara con un edificio que requiere edificación (1 Co 3:9).
Por ejemplo, en un edificio en construcción entra material y los albañiles se dedican a edificar, esto es el discipulado. Ahora bien, que pasaría?, si los albañiles dejaran de trabajar y se dedicaran a cantar canciones en honor al dueño del edificio y se pusieran a hacer fiestas y shows, que piensan que haría el dueño del edificio si llegara y viera que los albañiles están haciendo cualquier cosa menos edificar?. De la misma manera, ¿Qué haría el Señor con aquellos que han cesado o han hecho cesar el Verdadero propósito de la edificación Espiritual?.
Por ejemplo, en un edificio en construcción entra material y los albañiles se dedican a edificar, esto es el discipulado. Ahora bien, que pasaría?, si los albañiles dejaran de trabajar y se dedicaran a cantar canciones en honor al dueño del edificio y se pusieran a hacer fiestas y shows, que piensan que haría el dueño del edificio si llegara y viera que los albañiles están haciendo cualquier cosa menos edificar?. De la misma manera, ¿Qué haría el Señor con aquellos que han cesado o han hecho cesar el Verdadero propósito de la edificación Espiritual?.
Penosamente los cristianos están tan llenos de preceptos, dogmas y doctrinas preconcebidas que han perdido los parámetros bíblicos de cómo hacer y conducir una congregación según el Espíritu.
Tristemente debo decir que lo que hoy practican los cristianos desagrada profundamente al Señor, de nada sirve tomar una postura religiosa en los días de reunión si una vez fuera de ella se sigue en el mismo desenfreno que los demás. Dios quiere que su hijo sea reverente y de buen testimonio en todo tiempo y delante de todos los hombres y no solo los fines de semana (Ti 2:6-8, Ef 4:20-25). Hoy la única diferencia entre los cristiano y los mundanos, es que los cristianos se reúnen un par de hora los fines de semana, después todos son los mismos, todos persiguiendo la vanidad, los bienes, el dinero, la vida en este mundo, placeres, desafíos, deportes, estudios, etc. Cuán lejos estamos realmente de la santidad, ya ni siquiera saben lo que esta palabra significa.
Sinceramente
como se extrañan las Iglesias en las casas, aquellas que tenían el mismo sentir
de la Iglesia primitiva y que debería ser la plataforma para toda congregación.
Como se extraña las primeras obras, la sana doctrina, el alejarse de los ruidos
para adorar en Espíritu y en verdad con los hermanos en Cristo.
Lamentablemente
el enemigo ya ha tomado ventaja y también ha deformado este sentir mediante las
herejías del movimiento g12 y aún cada religión promueve sus células o sectas
que obviamente fracasan por no tener a Cristo sino a una cabeza institucional
religiosa. Así que nuevamente vemos como el camino se hace cada vez más
difícil.
La Iglesia está dormida
Ahora bien,
la situación actual de la Iglesia se refleja en la parábola de las 10 vírgenes (Mt 25:1-13) y la condición de la misma se refleja
analógicamente a la Iglesia en Laodicea (Ap
3:14-22) “desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”, esta es
nuestra condición como Iglesia de manera general ante el Señor Jesús y todo
esto es producto de la cizaña, producto de la religión que mediante las
doctrinas aborrecidas (nicolaítas, balaamitas, jezabelitas) se están
aprovechando y despojando a la Iglesia dejándola en un estado deplorable y no
percibido por los cristianos de hoy.
Debido a que
la Iglesia está dormida tenemos como resultado al núcleo familiar destrozado,
familias cristianas particionadas por el divorcio hijos separados y cristianos
que siendo cristianos han pasado o pasan por un doble y hasta triple
matrimonio, se ven cristianos sumidos en el adulterio, sumidos en las
actividades del mundo por sobrevivir, justificando un esfuerzo humano por
sostener una familia sin Cristo. Se ve a la juventud cristiana viciada del
mundo, viciada de la música, del alcohol, de las drogas, de fornicaciones, de
masturbación, de malos designios. Se ve a los hijos desobedientes, infatuados,
desleales, desprolijos, mal hablados, en fin. ¿Pueden ver lo que deja la
religión? Pueden ver lo que pasa cuando se deja de lado la enseñanza para
solamente promover un show y hacer que nuestros hijos dejen la lectura y la
oración para irse detrás de las cosas que promueve la religión?
¿Qué debemos hacer? ¿Cuál es el punto de
partida? ¿Cuál es el punto de retorno?
Apocalipsis
2
4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. 5 Recuerda,
por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y
quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
Al leer esto
esperamos que el Espíritu os haya abierto vuestros oídos, que produzca un
“clamor” como “el clamor de medianoche” (Mt 25:6)
que genere en nosotros un arrepentimiento genuino, porque tenemos que
arrepentirnos, arrepentirnos de nuestra condición, de nuestra situación,
tenemos que dolernos, porque nuestra es la confusión, somos el producto del
despojo religioso, de la cual tenemos que huir.
Debemos
orar, lamentar, ayunar y pedir encender las lámpara, encender el Espíritu y que
retome el control de nuestro ser y de todo el Cuerpo que es la Iglesia, porque
corre gran riesgo de ser vomitada (Ap 3:16)
1
Timoteo 6
11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la
paciencia, la mansedumbre.
No solo de
la religión sino también despojarnos por completo del mundo. Hay que estar
preparado y preparar a nuestros hijos para los últimos tiempos, queda muy
tiempo para reaccionar, estamos sobre la hora.
Apocalipsis
18
4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis
parte de sus plagas; 5 porque sus pecados han llegado hasta el
cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.
También el
Señor nos pide que “volvamos a las primeras obras”, ¿Cuál fueron las primeras
obras?: “La Iglesia primitiva”, las Iglesias en casas; Entienden por qué
hacemos énfasis en la necesidad de la Iglesia en casas, porque es mediante esta
primera obra que alcanzaremos verdaderamente al Señor, es mediante las
reuniones en casas con mucha oración, lectura y meditación y hasta ayuno si
fuera posible, que alcanzaremos a encender la lámpara para recibirle (Mt 25:7). Al margen de participar de reuniones de
fines de semanas, tenemos que tomar la iniciativa de fortalecer Espiritualmente
nuestro hogar, nuestra familia, prepararlas y velar todos los días, al margen
de que a los ministros no les guste o no lo aprueben, esto es muy necesario y
es una demanda del Señor. La Iglesia debe funcionar todos los días.
A pesar de
las grandes dificultades y del trabajo y del compromiso que esto significa
tenemos que buscar lo mismo que buscaban los primeros cristianos, perseverar en
la sana doctrina, perseverar en la oración, “volver al primer amor”, al amor
mutuo por suplir toda necesidad, amar al hermano como a uno mismo, buscar la
unidad, la convivencia Espiritual, fortalecer Espiritualmente a las familias,
enseñarles a despegarse de la religión, enseñarles a que hay un camino que es
Cristo.
El primer
objetivo es la unidad familiar y el fortalecimiento Espiritual de todo el
núcleo para poder expandirnos hacia los demás.
¿Cómo se hace?
Se comienza
con mucha oración, con esfuerzo, se comienza con la familia, unir a la esposa o
el esposo y a los hijos a este propósito (siempre y cuando sean cristianos), si
estamos solos buscamos un hermano que sea digno y que tenga el mismo sentir y
determinar un horario que pueda ser cumplido con compromiso, buscar a otros
hermanos dispersos.
Nunca
debemos desestimar la verdad de que Dios está con nosotros, su Espíritu mora en
nosotros, tenemos su poder, tenemos fe, tenemos todo, solo tenemos que
trabajar, buscarle en profundidad, perseverar en la oración y de meditar todos
los días, basta de quejas, basta de murmuraciones, basta de justificar la
soledad. El Señor Viene, realmente Viene y tenemos que velar, trabajemos, no
necesitamos de la religión, necesitamos a Cristo, abrámosle la puerta, Él está
golpeando (Ap 3:20).
Apocalipsis
3
20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo;
si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él
conmigo.
Obviamente
no es fácil, se requiere mucho esfuerzo, compromiso, pero una cosa tengo por
cierta, que el Señor Jesús responde, si realmente le buscamos Él responde.
Busquemos la
santidad, busquemos a los hermanos, dispongámonos en tiempo y en amor.
Quien tenga
la iniciativa debe esforzarse en la doctrina y retomar el verdadero
discipulado.
Hay mucho que corregir, prácticamente todo. Vivimos en un período de
pésimas consecuencias debido a la ignorancia en las Escrituras y a la falta de
oración y al hecho mismo de haberles cedido el control a los hombres perverso
que solo buscan la prosperidad y el vivir a costa de los cristianos.
La Iglesia
debe funcionar todos los días, no solo los fines de semana, sino todos los
días, en familia, con hermanos, como mínimo dos reunidos en el nombre del Señor
(Mt 18:20).
Ruego a los que están despiertos o despertando que no se debiliten y que entiendan que la Iglesia no está en rebeldía (solo está dormida y sumida en la ignorancia Mt 25:1-13), la que está en rebeldía es la religión y ha corrompido las reuniones. Y si el Espíritu nos ha librado de los lazos de la religión es porque son ellos lo que no obedecen ni siguen el Evangelio y por lo tanto demanda tenemos de señalarlos y no ser partícipes de sus obras.
2
Tesalonicenses 3
14 Si alguno no obedece a lo que decimos por
medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se
avergüence. 15 Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como
a hermano.
2 Juan
9 Cualquiera que se extravía, y no
persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la
doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. 10 Si alguno
viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le
digáis: ¡Bienvenido! 11 Porque el que le dice: ¡Bienvenido!
participa en sus malas obras.
Se requiere
de algunos rudimentos básicos, que están centrados más que nada en la
disposición y en el compromiso de hacerlo y persistir frente a todas las luchas
a las que se enfrentarán, tener paciencia, pedir tener compasión, amor, usar de
los frutos del Espíritu. Más adelante daremos una meditación sobre cómo
establecer una familia en Cristo para hacer de ella un núcleo de apoyo
Espiritual para demás hermanos.
Ante todo,
se que también en muchos todavía existe esa postura de liderar, sin embargo hay
que entender que en la Iglesia de Cristo no hay líderes, esa palabra no está en
las Escrituras ni ningún sinónimo de ella, lo que sigue es comprender que el
Señor Jesús jamás levantará ministros de aquellos que estudian en las escuelas
religiosas (seminarios, universidades y toda escuela teológica) por lo cual
debe desechar a todo aquel que se autonombre pastor o ministro con un título,
porque estas personas están corrompidas por la religión y tienen pegado en sus
huesos las estructuras nefastas actuales.
Por último
debemos comprender que la Iglesia está por encima de los que sirven y no los
que sirven por encima de la Iglesia (Lc 22:24-27;
Jn 13:15-17).
Como ya
hemos dicho la Iglesia es un Edificio Espiritual, no es un edificio material,
por lo que en la Iglesia todos absolutamente todos los miembros deben trabajar (Ef 4:14-16), el desarrollo Espiritual no es el
trabajo de algunos sino de todos, el que no trabaja hay que desecharlo, el que
no se edifica hay que desecharlo, el que no edifica hay que desecharlo. Todo
pámpano que no lleva fruto será quemado (Jn 15:2).
Todas las
religiones han fracasado, todas las estructuras religiosas se están derrumbando
como torre de naipes por su ineficacia y corrupción, y la Iglesia que está
despertando debe volver a las "primera obras" y al "primer
amor" (Hch 2:42-47; Ap 2 y 3). El que
no sale de la tibieza será vomitado (Ap 3:15-16).
El Señor Jesús Viene y sin Santidad nadie le verá (Heb
12:14; 1 Te 3:13)
Por nuestra
parte en el Señor disponemos de enseñanzas básicas y nos disponemos para todos
aquellos que lo necesiten, esperando sea de edificación.
La Paz del Señor Jesús